jueves, 21 de mayo de 2020

El texto instructivo. Actividades I

Un texto instructivo es aquel que detalla de una manera fácil y escueta los sucesivos pasos a seguir para realizar una determinada acción. Por su presupuesta aplicabilidad, es necesario que su lenguaje sea claro, preciso y sobrio. Es el modelo textual que lleva la objetividad a su máximo extremo.
 Sin embargo, Julio Cortázar, manipulador insaciable del lenguaje, convierte, en este caso, un texto instructivo en literatura. Así, a través de una acción mecánica y cotidiana como es la de subir una escalera, que no requiere de aprendizaje previo ni de reflexión sino que se hace de modo intuitivo, el autor eleva la lógica a su máximo exponente, dando como resultado el siguiente texto:

 «Instrucciones para subir una escalera»
   Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se situó un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.
   Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
   Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.
                                                (Historia de cronopios y de famas, Julio Cortázar)
Te toca…
 Tras haber leído el texto, imagina una situación cotidiana y mecánica y descríbela a modo de instrucción (detallando los pasos a seguir de manera ordenada) intentando hacerlo en clave de humor. Fíjate, por ejemplo, en cómo Cortázar describe un pie sin mencionarlo: “esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón”.

 No le pongas título a tus instrucciones, de manera que cuando las leas en clase los demás tengan que adivinar de qué acción se trata. 

1 comentario:

  1. Otras instrucciones de Julio Cortázar:

    Para llorar: https://ciudadseva.com/texto/instrucciones-para-llorar/

    Para dar cuerda a un reloj: https://www.lainsignia.org/2001/enero/cul_030.htm

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El cuarto de atrás, Carmen Martín Gaite. Notas generales

https://view.genial.ly/6081c9934665500da5d1db51/interactive-content-el-cuarto-de-atras